19. Conflictos en el aula
Cuando nos enfrentemos a una clase como docentes, o incluso como tutores, será inevitable que nos encontremos con situaciones complejas y conflictos ante los que tendremos que saber reaccionar. Para ello, cada centro educativo cuenta con un Reglamento de Régimen Interno (RRI) y un Plan de Convivencia que todos sus integrantes deben conocer perfectamente, en el caso del docente para saber intervenir de forma adecuada cuando se produzcan conflictos en el aula de la que es responsable.
Como alumnos, todos en mayor o menor medida hemos alborotado en nuestras clases, lo veíamos en la antepenúltima sesión de clase de Procesos y Contextos cuando contábamos las picias que armábamos nosotros o nuestros compañeros en nuestros años escolares. Hablábamos desde acciones consideradas más "leves" como la impuntualidad, usar el móvil indebidamente, pintar las paredes, el suelo, los pupitres, picarnos con nuestros/as amigos/as dando collejas, cortando el pelo o desabrochando sujetadores etc. hasta lo más grave como destrozar y tirar mobiliario por la ventana, faltar al respeto y agredir a compañeros y profesores, robos de móviles y dinero, consumo de drogas etc.
La conclusión es que si nosotros ya hacíamos o veíamos esto podemos esperarnos de nuestros futuros alumnos lo mismo o incluso cosas peores.
Entonces, ¿Cómo podemos reaccionar y enfrentarnos a estas situaciones?
Si me baso en mi experiencia como alumna, cuando tuvimos algún conflicto, como puede ser el hurto de un móvil, nuestra respuesta fue hablar con el tutor o tutora del curso para comunicar la situación. En este caso terminó interviniendo el director, hablando con todas las partes implicadas y amonestando a la persona responsable, no recuerdo que llegasen a la expulsión.
Por otro lado, si me baso en la experiencia de mi madre como docente durante muchos años en un Centro Politécnico de Formación Profesional su forma de reaccionar ante faltas leves era poner un parte en el momento, expulsar de clase y mandar hacer tareas como barrer el patio, para que no fuesen a fumar o a tomar algo.
Ante faltas graves o muy graves (la diferenciación más difícil de determinar), pedir a un alumno responsable que fuese a buscar al Jefe de Estudios y que este decidiera las represalias a tomar y, si lo consideraba necesario, reunía al Consejo Escolar, sobre todo en casos de expulsiones de larga duración.
Cada centro educativo tiene su propio RRI y, por lo tanto, su forma de actuar ante los conflictos leves, graves o muy graves a los que se ven expuestos. Por eso, es esencial conocerlo, así como el Plan de Convivencia escolar, y actuar según lo estipulado, incluso pedir consejo a otros compañeros del centro y asegurarte de no hacerlo mal para no perder, digamos, autoridad o respetabilidad frente a los alumnos y a los otros profesores.
La figuras del Orientador escolar y de los alumnos Mediadores, el servicio de Mediación, también son esenciales para solucionar los conflictos que se dan en las aulas de los centros escolares.
El diálogo. Me ha parecido una buena primera forma de abordar muchos problemas y conflictos, y no sólo en el mundo de la educación. 😉
ResponderEliminar¡Por supuesto! El diálogo y el entendimiento entre las personas es la base para solucionar todo conflicto. El problema viene cuando las partes implicadas no están dispuestas a entenderse...
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