17. La Educación Sexual

"Let´s talk about sex baby, let´s talk about you and me" como cantaban Salt-N-Pepa y también Gillian Anderson, Jean Milburn en la serie Sex Education de Netflix, cuando explicaba su trabajo como terapeuta sexual barra orientadora escolar-sexual en el Instituto Moordale, en un intento por llamar la atención de los alumnos, profesores y director del mismo para que acudieran a sus sesiones. 

Esta entrada, en principio, debería estar dedicada a una película de temática educativa. Durante las sesiones de clase en las que hablábamos de los estilos docentes no dejaba de pensar en una película en concreto que vi hace unos meses y me pareció realmente buena, Whiplash (2014), de la cuál ha hablado José Luis Romero en su blog. Siguiendo con la docencia musical pensaba también en otra película archiconocida que es Los chicos del coro (2004), que Virginia ha comentado en su blog. Otra posibilidad en la línea de la enseñanza musical sería, por ejemplo, School of Rock (2003). 

Pero, ¿qué pasa? Que desde hace ya semanas me apetecía mucho dedicarle una entrada de mi blog a la importancia de que los niños y jóvenes reciban una buena, adecuada y completa educación sexual. Y, como me he devorado las tres temporadas de Sex Education entre los pasados meses de agosto y septiembre, tenía que ser a través de esta serie. Así que he decidido juntar ambas cuestiones en una.

Por supuesto la serie no es perfecta, al fin y al cabo su función es la de entretener en tono de comedia (con su buena dosis de drama) y no pretende tampoco enseñar educación sexual como tal, pero se pueden extraer varias enseñanzas o perspectivas de vida.

Para empezar, el director de este instituto británico durante las dos primeras temporadas es muy conservador (estilo tradicional) y autoritario (estilo autoritario), por supuesto está en contra de que haya una terapeuta sexual en las instalaciones. Su forma de ser repercute directamente en su hijo, Adam, que es el abusón oficial del instituto y se mete especialmente con uno de los protagonistas principales, Eric, por su orientación sexual. El personaje de Adam tendrá una evolución muy favorable y positiva a lo largo de la serie en el momento en el que empieza a intentar entenderse a sí mismo, digamos, aprende y entrena su inteligencia emocional. En la tercera temporada la cosa empeora con una nueva directora totalmente autoritaria que se propone acabar con todo aquello que tenga que ver lo más mínimo con sexo. En contraposición, los protagonistas siguen métodos antiautoritarios, liberales, de inclusión a la diversidad y escucha activa (estilos antiautoritario, libertario, personalista).

Pero bueno, vamos al grano. La terapeuta sexual es la madre del protagonista y en un inicio hace las terapias en su casa a parejas y en grupos, posteriormente las realizará también en el instituto. Su hijo ha crecido con todos los conocimientos habidos y por haber sobre sexualidad y educación sexual pero está acomplejado por varios motivos y no consigue vivir su sexualidad. Lo que sí que hace es organizar, junto con otra compañera de clase, Maeve, unas sesiones clandestinas de terapia sexual con los alumnos del instituto que tienen problemas y dudas y no saben a quién acudir, aprovechando así todos los conocimientos que tiene y, de paso, ganando dinero.

A través de los alumnos del instituto y también de los adultos, personas muy diversas, podemos ver situaciones sexuales y emocionales complejas y cómo se resuelven, todo de una forma muy natural. Por ejemplo un embarazo indeseado y un aborto, el vaginismo, la disfunción eréctil, sexo anal,  incompatibilidad sexual, fetiches, enfermedades de transmisión sexual (ETS), abuso sexual, asexualidad, difusión de fotos sin consentimiento y un grandísimo etc.

Creo que el éxito de Sex Education se debe sobre todo a cómo trata estos temas sin tapujos, de forma bastante explícita, directa, en definitiva, de manera natural. Cada uno de los personajes tiene un trasfondo y un contexto diferente, todo se aplica a distintas orientaciones sexuales, géneros, diversidad funcional, se tratan problemas muy actuales etc. Puede ayudar a los jóvenes a ver el sexo como lo que es, una parte más de la vida, algo normal.

Evidentemente, una serie de televisión no sustituye a la necesidad de que nuestros niños, niñas y adolescentes reciban una educación sexual de calidad, cada vez más necesaria teniendo en cuenta que el acceso a la pornografía se produce a edades muy tempranas, hablamos de edades como 8 años. ¿Qué puede aprender un niño viendo porno que se encuentra por internet? Desde luego nada bueno. Al final lo que ocurre es que se pasa el testigo de un lado a otro, los padres esperan que sea la escuela quien de esta formación a sus hijos y la escuela espera que sean los padres y, como consecuencia, los chavales no tienen a quién recurrir y acaban mirando en internet o guiándose por lo que han oído por ahí. Y no debemos olvidar que en la etapa de Secundaria y Bachillerato nos encontraremos con personas jóvenes que, por lo general, son muy activas sexualmente pero que, a día de hoy, no disponen en muchos casos de la información adecuada para vivir una vida sexual sana.